dossier Bibliotecas NOV.2025

María Baranda

Presentación

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La poesía siempre ha sido un lugar para imaginar el mundo, construir nuevos lenguajes y confrontar el tiempo en que vivimos. Desde tiempos remotos, los poetas han sido la voz de la tribu, han buscado diversas maneras de hablar sobre sucesos cotidianos y fenómenos naturales. La crisis ecológica que estamos viviendo es asunto también de lo poético. Las épocas encuentran una expresión muy viva en la poesía; quizás aquello que dijo Pascal, “el eterno silencio de los espacios infinitos me aterra”,1 nos pertenece a todos.

​ El poeta es un peregrino terrestre, reclama acercarse a la luz original, a lo atemporal que consume sus días y lo hace ocuparse de las cosas como son, ya sea en abismos inescrutables, en parajes interiores, en dominios inimaginables o en lo más insólito y desconocido donde pueda habitar a través de su palabra. Su pasión es descubrir nuevos territorios en la página.

​ Desde hace tres años, la Cátedra Extraordinaria Octavio Paz del Colegio de San Ildefonso organiza el encuentro Poesía y Naturaleza: mundos posibles, un espacio de reflexión de prácticas no antropocéntricas que nos lleven a pensar nuestra relación con la Tierra y sus metáforas. Cada año, poetas, científicos, académicos y artistas de diversas disciplinas confluyen para imaginar un mundo más justo.

​ El dinamismo como extensión del pensamiento, la potencia que encarna una mirada profunda al medio ambiente nos conducen a otras rutas de cuidado y preservación, de asombro y atención urgente a nuestro planeta. Las aproximaciones a la naturaleza de cada participante son un intento por crear una actitud de mayor responsabilidad y ética frente a otros seres. Rilke escribió en Cartas a un joven poeta: “El creador debe ser todo un universo para sí mismo, hallar todo en sí y en el fragmento de Naturaleza a la que él está unido”.2

​ Los poetas que aquí presentamos pertenecen a diversas tradiciones y lenguas: Adam Dickinson, Alessio Brandolini, Iryna Shuvalova, Jean Portante y Zoë Skoulding. Sus diferencias no son únicamente lingüísticas o sintácticas, sino poéticas y vivenciales, lo que conlleva lo ancestral, lo mitológico, el cuerpo y sus metáforas y la supervivencia en tiempos de guerra. La naturaleza, para ellos, abarca desde lo corporal como laboratorio, hasta el vínculo con otros seres en su diario vivir y en sus diversas circunstancias. Los poetas descubren e imaginan otras realidades, sitios posibles donde se dé lugar, a partir de la naturaleza, a lo político, lo social, lo terrestre y lo divino, en el entendimiento de que la Tierra es un hogar compartido con los otros, humanos y no humanos.

​ Cada uno de estos autores tiene inclinaciones y miradas distintas, pero todos confluyen en enfocar la atención más allá de nosotros y dirigirla al mundo que nos rodea.

Imagen de portada: Jan Hendrix, Fragmento de The Rise of the Earth’s Shadow at Sunset Seen from the Pic du Midi, 1984.

  1. Blas Pascal, Pensamientos y otros escritos, Porrúa, Ciudad de México, 2015. 

  2. Rainer Maria Rilke, Cartas a un joven poeta, Fontamara, Ciudad de México, 2008.