Es por las bibliotecas que podemos decir estas cosas
Ella mantiene el libro muy pegado a su cuerpo,
lo lleva a casa por la acera rota
bajando la colina enmarañada.
Y si la vuelve a corretear un perro, su escudo será el libro.
Se la pasó buscando entre largas hileras
de libros para dar con éste.
Cuando empiecen a hablar sobre dinero,
cuando el día contenga esos lugares tan largos y tan cálidos,
habrá de entrar.
Una cama naranja está esperándola.
La historia sin rincones.
Y tendrá dos familias.
Y comerán a diferentes horas.
Lleva su libro más allá de la estación de bomberos
y tiendas de descuento.
Lo que no le dio el pueblo,
lo hará el libro: una oveja,
una jungla de nuevas soluciones.
El libro ha superado ya sus dificultades.
La portada serena, el lomo recto.
Y cuando el escalón vuelva a ser visto
como el mejor lugar para sentarse,
y por la calle los ancianos vayan
cerrando el cortaúñas,
ella no estará sola. Tendrá un libro que abrir y abrir y abrir. Aquí empieza su vida.
Imagen de portada: Ignasi Aballí, Doble lectura (Perec), 2010. Cortesía del artista a través de Proyecto Paralelo.