dossier Bibliotecas NOV.2025

Frank Báez

Desarmando la biblioteca de mi padre

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Duele mucho desarmar una biblioteca, ser consciente de que estás destruyendo lo que el amor, la paciencia y el rigor unió.

No hay nada más triste que bajar un libro de un estante, meterlo con otros en el fondo de una caja y sellarla por meses, tal vez años.

Todos esos volúmenes que fueron deseados y amados y que no volverán a ser leídos con la misma entrega y el mismo entusiasmo.

O quizás sí, pero a mí me gusta pensar que los libros extrañan el olor de mi padre y la manera en que él los tocaba y subrayaba.

Quien toca los libros ahora soy yo y no para leerlos sino para meterlos en cajas, esa cincuentena de cajas amontonadas

por el apartamento como urnas funerarias. Llevo dos semanas concentrado en esta tarea sepulcral, yo, que había supuesto que la biblioteca

quedaría para toda la eternidad en el cuarto trasero del apartamento de mis padres, incluso fantaseé que vendrían en peregrinaje

sociólogos e investigadores de todas partes del mundo a tocar sus libros, que la biblioteca sería una especie de santuario, pero aquí

me tienen sudando, rompiéndola en pedazos y metiendo los libros en cajas que una vez cobijaron juguetes, cervezas, latas de aceite.

Alguien me propuso regalarlos o donarlos a bibliotecas, pero tuve pesadillas recurrentes en que los maltrataban, les rompían el espinazo

y que quedaban relegados al olvido, tosiendo como asmáticos por el polvo que tragaban, abandonados a su suerte en los confines

de una amarga biblioteca universitaria. Así que los sigo guardando en cajas y cada vez quedan menos libros en los estantes

y dentro de poco estarán vacíos, y entonces vendrán por los estantes, pintarán las paredes y colocarán el abanico, la cama y la almohada.

Este poema aparece en Desarmando la biblioteca de mi padre (FCE, Bogotá, 2024) y se reproduce con permiso del autor.

Imagen de portada: Jan Hendrix, Del silencioso mar del Sur 15, 1986. Forma parte de la exposición Lessons in Printmaking (1975-1986) y es cortesía de Proyecto Paralelo.