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Miguel León-Portilla rinde homenaje a la historiadora e investigadora Clementina Díaz y de Ovando en sus noventa años de vida y sus sesenta y ocho años como distinguido miembro de la comunidad universitaria.

José Pascual Buxó comparte sus vivencias con Clementina Díaz y de Ovando a lo largo de varios años.

Vicente Quirarte celebra el día en que vino al mundo Clementina Díaz y de Ovando, así como la trayectoria de toda su vida.

Emmanuel Carballo, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2006, expone en este ensayo una biografía literaria de Juan Rulfo, para conmemorar el aniversario luctuoso del escritor jaliciense.

Un psicoanalista espera con impaciencia la llegada de una paciente que le provoca diversas emociones, sueños y fantasmas.

"Aunque hayan transcurrido ciento cincuenta años de su nacimiento y sesenta y siete de su muerte, la figura de Sigmund Freud, con su mirada penetrante, su frondosa barba, su pasión por las antigüedades, su diván cubierto por aquella espléndida alfombra persa, el carácter literario y seductor de sus obras, hace que, por más que sus ideas y su persona sufran el rechazo de sus detractores, nada sea capaz de borrar su insoslayable imagen como parte del intelecto universal", escribe Vicente Guarner.

Ignacio Solares explora uno de los aspectos de Sigmund Freud: su concepto de lo mágico y de la parapsicología en general.

El relato detectivesco fue una de las grandes aficiones del siglo XIX, escribe Mauricio Molina en este ensayo dedicado a uno de los aspectos de Sigmund Freud: el de narrador nato, de maestro del relato.

Javier Garciadiego explora la influencia del escritor dominicano Pedro Henríquez Ureña en la cultura mexicana del siglo XX. Una influencia que se dio tanto en el medio académico como en la esfera cultural no institucional, y como miembro del grupo del Ateneo de la Juventud.

Javier Wimer presenta una semblanza de Pedro Henríquez Ureña.

Adolfo Castañón presenta la correspondencia que entablaron Pedro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes a quienes unía una amistad entrañable.

Adolfo Castañón comparte las cartas que Pedro Henríquez Ureña publicó en 1909 sobre las interpretaciones musicales de Arthur Rubinstein, bajo el seudónimo de Gogol.

El autor desglosa algunos de los aspectos de la obra de Pedro Henríquez Ureña y de su legado.