Mariana Castillo Deball, desenvolver la memoria

Cultura / dossier / Enero de 2020

Carolina Magis Weinberg

Arte de: Mariana Castillo Deball

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Mariana Castillo Deball (Ciudad de México, 1975) desenvuelve las distintas pieles que rodean al mundo y la memoria; atraviesa la historia para tocar esos objetos intocables. Invita al público a reevaluar los conceptos de original y de objeto único, de valor tangible e intangible, rasgos de singularidad arqueológica. Nos muestra moldes, réplicas, copias y nos hace dudar de la originalidad de la historia, proponiendo una noción de ficción asociada a la aparente verdad del pasado. Se aprieta un papel mojado alrededor de un árbol, la pulpa se mete en los huecos del tronco, lo rodea y se va secando en esa posición moldeada. Después de algún tiempo, el papel se ha convertido en árbol, en una segunda piel. Ese papel apretado es ahora un mapa escala 1:1 del objeto envuelto. Castillo Deball reproduce esta técnica que es la que realizaban los arqueólogos exploradores en el siglo XIX en tierras mexicanas, como es el caso de Alfred Maudslay, uno de los primeros europeos en estudiar la cultura maya. El gesto de envolver con papel presionado para después arrancar esa piel y quedarse con la forma, permitía a los exploradores transportar las pesadísimas piedras llevando sólo su huella. En Europa se utilizaban estos moldes para hacer positivos de los monumentos en yeso que permitían a los dibujantes hacer reproducciones muy detalladas de los objetos. Sin el peso del viaje, sin la ceguera del sol yucateco en sus ojos, sin el sudor en las manos, sin el reflejo del blanquísimo papel sobre la verdísima naturaleza, así, a distancia, se podían concentrar pausadamente en las profundidades de la superficie. Castillo Deball explora la multiplicación de memorias, esa distancia entre el objeto original, su molde, su reproducción, su estudio visual y los “objetos incómodos” resultantes. El objeto no es sólo su materialidad, sino su propio fantasma: su vestigio, su uso e incluso su olvido. Hoy se tienen las pieles de los monumentos, los positivos y negativos de sus cuerpos, pero se han ido las piedras. Al ser exhibidas, adquieren una piel más: el museo, un contenedor para otros objetos-contenedores en donde el contenido ha dejado simplemente su huella. Están sin estar ya. Sus obras, fantasmas de la cultura, vienen a ocupar el mundo levemente.

Vista de la instalación de What We Caught We Threw Away, What We Didn’t Catch we Kept, CCA Glasgow, 2013. Fotografía de Manuel Raeder

Realización de Tree Trap Berlin, 2012, papel maché, lana, papel de algodón

Vista de la instalación de What We Caught We Threw Away, What We Didn’t Catch We Kept, CCA Glasgow, 2013. Fotografía de Manuel Raeder

Vista de la instalación de You Have Time to Show Yourself Before other Eyes, 8va Bienal de Berlín de Arte Contemporáneo, 2014. Fotografía de Anders Sune Berg

Vista de la instalación y detalle de Sciences Diagonales (2011), en “Section Folklorique, Cabinet de Curiosités”, Zeeuws Museum, Middelburg, Holanda. Yeso, pigmento, piedras, conchas, máscaras, tela y objetos diversos montados sobre marco de metal, 200 x 300 x 20 cm. Fotografías de Pim Top y Mariana Castillo Deball

Vista de la instalación de Feathered Changes, Serpent Disappearances, Walter and McBean Galleries, San Francisco Art Institute, San Francisco, 2016

Tu movimiento junta una estatua ficticia, de la serie “Entre tú y la imagen de ti que a mí llega”, 2010, escultura de fibra de vidrio a partir de la Coatlicue original, exhibida en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México, 250 x 160 x 160 cm

Todas las imágenes son cortesía de la artista y kurimanzutto, Ciudad de México / Nueva York.

Imagen de portada: Detalle de la instalación de Feathered Changes, Serpent Disappearances, Walter and McBean Galleries, San Francisco Art Institute, San Francisco, 2016