Danza de la emigración
la duraznilla1 con los brazos torcidos
su danza es plástica y salvaje
las lentejuelas doradas suenan con ternura
cuando su cabeza gira al compás del viento
ya emigraron los patos
hasta la gallina se fue en un camión de carga
lejos, bien lejos
—fuera-fuera —dijo el charrán ártico
que tenía aquí una escala
o como sea que la llamen
pero mi duraznillita
no guarda las hojas en la maleta
aunque tiene a dónde volar —
los parientes le mandan postales de dientes de león
le ofrecen ayuda con la visa
está sola, solita, bajo el terraplén
y cuando llega el viento
baila con este sinvergüenza tanto
que está a punto de despegarse de la tierra
su emigración es una danza desesperada y arriesgada igual de larga que las raíces de la duraznilla que la vida de la duraznilla
Este poema se reproduce con permiso de la autora.
Imagen de portada: Alberto Baraya, Tipo bugambilia, de la serie Herbario de plantas artificiales. Expedición México, 2014. Cortesía del artista y de Proyecto Paralelo.
Se trata del árbol del chabacano o albaricoque, Prunus armeniaca. La palabra “duraznilla” respeta el femenino del original. ↩