Poemas

El doble / dossier / Septiembre de 2021

Darío Lancini

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Amor azul. Ramera, de todo te di. Mariposa colosal, sí, yo de todo te di. Poda la rosa, Venus. El átomo como tal es un evasor alado. Pide, todo te doy: isla sol, ocaso, pirámide. Todo te daré: mar, luz, aromA.



Amor neolatino. Cada gorda cínica se daba al abad. ¡Es Roma!, la abadesa irá. —“Me van a reconocer”. A la droga se daba alegre. —“Me adulas, amor. El poeta oirá si me adulas, ¡amoral! A Roma la reumática la Luna dábale luz, a Roma la secular. ¡Ah, corred, amoral!” Itálica famosa…, late la duda; laico no conocí la fe. Se daba. La abadesa se daba a la droga. Ríe. Reír es amar. Ama, se ríe, reirá. Se daba al oneroso reno la zorra. El abad anula la saturnal. Ululan. Acaba la bacanal. Ululan.

Rutas a la Luna.

Dábale arroz al oneroso reno la abadesa. Ríe. Reír es amar. Ama, se ríe, reirá. Gorda la abadesa sedaba al abad. Ese fálico no conocía la duda letal. Asoma fácil Atila. Roma derrocha luces al amor azul. El abad anula la cita. ¡Muera la moral! A Roma saluda emisario ateo: “Pleroma” —saluda. Emerge la abadesa gorda. La reconocerán. ¡Ave María! Se daba. Al amor se daba la abadesa cínica drogada con Ítalo en RomA.

Tomado de Darío Lancini, Oír a Darío, Monte Ávila, Caracas, 1996, p. 42.

Imagen de portada: René Magritte, La reproducción prohibida, 1937. Cortesía del Museo Bojimans Van Beuningen ©