crítica Árboles SEP.2025

Adriana Malvido

Por un buen final. Saber qué hacer para morir con dignidad, de Asunción Álvarez del Río

Decisiones que hacen la diferencia

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Cuando se habla de eutanasia generalmente se piensa en la muerte. Luego de leer Por un buen final. Saber qué hacer para morir con dignidad, de Asunción Álvarez del Río, la niebla se disipa y nos permite afirmar que éste es un libro sobre y para la vida.

​ Página tras página, leerlo se convierte en un ejercicio para pensarla: cómo la vivimos, cómo elegimos, cómo escribimos nuestra propia historia. Podemos planear casi todo, menos nuestra muerte. Esta obra nos abre una ventana construida en el marco de la ética para pensar en el final e imaginar que podemos incidir en nuestros últimos días y en los de quienes nos rodean de modo que valores luminosos, como la dignidad y la libertad, tomen el lugar del miedo y la niebla.

​ El nuevo libro de Asunción (Palabra y Plumas Editores, 2025) nos muestra, una vez más, que a pesar de los fascinantes adelantos de la medicina y la tecnología con miras a alargar la vida de las personas, hay, en todos los hospitales del mundo, gente que muere mal, en soledad, con un respirador como única compañía o en la gélida sala de terapia intensiva. Gente a la que le han arrebatado sus últimos momentos y que hubiera podido, a pesar del sufrimiento, morir mejor: acompañada, consolada, respetada.

​ La muerte como experiencia humana ha ocupado la atención de la autora durante más de treinta años. Es maestra en Psicología y doctora en Ciencias en el campo de bioética por la UNAM, donde es profesora e investigadora del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina. Sus líneas de investigación incluyen la muerte en la práctica médica y los dilemas éticos de las decisiones sobre el final de la vida. Es nivel II del Sistema Nacional de Investigadores y miembro de la Academia Nacional de Medicina. Ha sido presidenta del Colegio de Bioética, de Libertad para Morir A.C. y de la World Federation of Right to Die Societies. Autora de cuatro libros más, participa en organismos nacionales e internacionales de bioética y, constantemente, realiza viajes alrededor del mundo para estar al día en todo lo que tiene que ver con la vida y el momento de la muerte.

​ Asunción ofrece, en su libro, resultados de una investigación que va más allá del ámbito teórico y académico. Recorre hospitales, indaga cómo viven los pacientes terminales, cómo se relacionan con médicos y familiares en su agonía, habla con todos ellos y abre las puertas de su labor científica a la subjetividad porque, afirma: “los sentimientos que presentan los enfermos son expresiones del significado personal que cada individuo da a su mundo, a su vida, a su muerte, a la experiencia de enfermarse y a sus relaciones”.

​ Su mirada también recorre la bibliografía, la literatura, la cinematografía y las formas de narrativa (de ficción y no ficción) más diversas que existen hasta ahora sobre la muerte médicamente asistida (MMA). En sus páginas, aquello que es complejo, como el funcionamiento del cerebro y del corazón humano frente a la muerte; y aquello que podría ser árido, como las legislaciones, los debates y las políticas públicas de distintos países, se lee no sólo con claridad y sencillez, sino como resultado del trabajo de una pluma informada, plural, delicada y respetuosa.

​ Su escrito nos sienta, a la luz de la ética, en la mesa de las voces más autorizadas para introducirnos a los argumentos más lúcidos a favor y en contra de la eutanasia y del suicidio asistido; expone todas las situaciones imaginables a partir de historias reales de seres de carne y hueso, con nombre y apellido, para demostrar que cada persona es tan distinta como única e irrepetible. Incluye testimonios que muestran muchos de los factores presentes en los últimos instantes de vida: la relación médico-paciente, la familia, los afectos, la legislación en turno, el papel de la tecnología y el universo de las emociones que tanto nos determina.

​ Las y los lectores comprenderán qué se entiende por muerte digna, limitación de esfuerzo terapéutico, cuidados paliativos, voluntad anticipada y muerte médicamente asistida. Les quedará claro también qué es la eutanasia: cuando el médico realiza la acción que causa la muerte a petición del enfermo. Y qué es el suicidio médicamente asistido: cuando el personal de salud le proporciona al paciente medicamentos letales para que él mismo se los administre y, entonces, pueda morir en paz y sin sufrimiento.

​ Como docente en la UNAM a lo largo de tres décadas, como investigadora de tiempo completo y como autora, Asunción se ha dedicado a sensibilizar a estudiantes y profesionales de medicina en torno al tema de la muerte. En los hospitales dialoga con los pacientes terminales, pero también con los médicos; responde las preguntas que se hacen ante situaciones críticas y escucha el conflicto de su misión de salvar vidas frente a un caso sin esperanza, esto es, la lucha entre su deber de prolongar la vida y el compromiso por aliviar el intolerable sufrimiento. Les invita a revisar la ética de su oficio y su relación con personas enfermas y familiares; además, los exhorta a no dejarse llevar por la tecnología actual que promete alargar la vida indefinidamente. Propone una mayor capacitación pues observa que hay muchos doctores y enfermeras que parecen ajenos al debate mientras luchan por salvar vidas todos los días olvidando, a veces, que se trata de personas. Es decir, nos recuerda que la muerte, el momento más íntimo de nuestra vida, es, en realidad, un evento colectivo.

​ No discutir el tema, advierte Asunción, seguir aparentando que el problema no existe, implica dejar la práctica en la clandestinidad con todo lo que ello implica: inseguridad y descontrol. Una cosa es el derecho a vivir y otra la obligación. Una cosa es optar por la terminación de la propia vida en la ilegalidad, con la carga emocional del enfermo, la familia y el médico, y otra es, a pesar del dolor, saber que tenemos derecho a elegir cómo no queremos vivir, saberse acompañado, ayudado por un médico que proporcione un método seguro y no violento, y que comparta la responsabilidad de la decisión en el marco de una aprobación social y legal.

​ La autora propone debatir cuestiones como las siguientes: ¿un paciente tiene derecho a decidir sobre la terminación de su vida?, ¿tiene derecho a pedir a un médico ayuda?, ¿el médico tiene alguna obligación de responder a esa petición? y ¿el Estado tiene que respaldar los derechos del paciente y el deber del médico?

​ Asimismo, invita a revisar, desde la perspectiva médica, otros aspectos como el reconocimiento de la autonomía del paciente y su derecho a la información y a tomar decisiones sobre su vida. Para muchos doctores, ayudar a morir va en contra de la esencia de la medicina porque piensan que ésta debe encaminarse a curar y a prolongar la vida de los enfermos, aun cuando se hayan agotado todas las vías de tratamiento. Sin embargo, para algunos, la eutanasia es la última acción con la que pueden ayudar y acompañar a su paciente; suelen citar a los griegos: “Hay que mantener la lucha por el enfermo cuando se ha perdido la batalla contra la enfermedad”.

​ Una de las mayores virtudes de Por un buen final es la riqueza de historias que contiene. Es decir, a través de episodios reales, vividos por seres humanos de nacionalidades distintas, nos acercamos a temas éticos y legales, a los mitos y las leyendas, a las posturas de las iglesias y de las religiones y a las preguntas más comunes que nos surgen ante estas cuestiones. Nos asomamos a los países en donde está permitida la eutanasia y a aquellos donde se ha legalizado el suicidio médicamente asistido. Asimismo, nos acercamos a los debates que antecedieron el ejercicio legal de tales libertades y a la manera como funcionan en la práctica, así como a los dilemas que se enfrentan los involucrados en los momentos decisivos. La autora pone de relieve otras implicaciones como la autonomía y la asunción de “la responsabilidad que tenemos sobre la última etapa de nuestra vida”.

​ En el libro los datos estadísticos más recientes cobran rostro humano y piden a gritos atenderse. Son impresionantes las cifras sobre el aumento del suicidio en las últimas décadas. Se trata de la tercera causa de muerte en el mundo entre jóvenes de quince y diecinueve años y, en nuestro país, constituyen el treinta por ciento del total. Otro dato indica que el acceso a cuidados paliativos que brindan una atención completa a los pacientes sólo está disponible para el catorce por ciento de la población mundial. Además, ve con detalle la situación en México; uno de los datos de mayor relevancia es que, según las encuestas más recientes, entre un setenta y un ochenta por ciento de la población mexicana estaría a favor de que un paciente pueda recibir ayuda para morir cuando la solicite porque el sufrimiento que le causa su enfermedad es insoportable. Como dice la autora: “la sociedad está mucho más preparada que los políticos para avanzar en el respaldo legal de las libertades individuales”.

Por un buen final se escribe en una época cuando la esperanza de vida ha aumentado, aunque no necesariamente su calidad. De ahí la urgencia de formar a más especialistas en cuidados paliativos, ampliar las opciones para el paciente y sus seres cercanos al final de la vida y revisar las políticas públicas y los recursos que las garanticen.

​ He leído cada uno de los libros que Asunción ha escrito sobre el tema: La eutanasia (Conaculta, 1998), en coautoría con Arnoldo Kraus; Práctica y ética de la eutanasia (FCE, 2005), que hoy circula en formato digital; Un adiós en armonía (Grijalbo, 2015), escrito con Elvira Cerón Aguilar, y Decisiones médicas sobre el final de la vida en pacientes con enfermedad de Alzheimer (Fontamara, 2017) con José Isaac González y Joaquín R. Gutiérrez. Por un buen final es la continuación de todos ellos, en la que ninguna cuestión queda fuera y para cada una nos comparte una historia, película, documental, libro, testimonio o referencia que ilumina la lectura.

​ Si contar con las palabras y entender los términos en el momento determinante puede hacer toda la diferencia, si lo que se busca es que el paciente se apropie de las últimas decisiones de su vida y pueda expresarlas, este libro es imprescindible. Lo es, también, para socializar el tema, comprender los debates y las iniciativas legales. Merece, pues, un lugar en cada casa compartida, en universidades, hospitales y consultorios. Es justo que llegue a manos de quienes comprenden que, como dice Asunción, “es preciso estar muy conscientes de que para realmente poder elegir, hay que ocuparnos y prepararnos mientras podemos”.

Asunción Álvarez del Río, Por un buen final. Saber qué hacer para morir con dignidad, Palabras y Plumas Editores, Ciudad de México, 2025.

Esta reseña constituye una adaptación del prólogo del libro Por un buen final.

Imagen de portada: Edvard Munch, La niña enferma, ca. 1885-1886. Nasjonalmuseet, Oslo.