Los raros. Cine y literatura

138 / columnistas / Agosto de 2015

Rosa Beltrán

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Rosa Beltrán diserta sobre las novelas que son llevadas a la pantalla con mayor o menor éxito.

Los raros

Cine y literatura

Rosa Beltrán

Era la época del cine silente. El séptimo arte, a punto de cumplir este diciembre 120 años de existencia, comenzaba entonces a traducir en una imagen lo que a la literatura le tomaba párrafos, páginas incluso. La prioridad histórica de la literatura sobre el cine hacía que cualquier adaptación fuera vista como un procedimiento de reducción y traición del original. Aun las mentes más avanzadas se negaban a conceder al séptimo arte otro valor que el de ser una versión ilustrada de la obra de la que abrevaban. El cine, en el mejor de los casos, era un arte parasitario. “Aquí viene Anna Karenina”, dice Virginia Woolf que dice el ojo. “Una voluptuosa dama vestida de negro usando perlas aparece ante nosotros”. Pero el cerebro dice “Ésa es tan Anna Karenina como la Reina Victoria”. Porque, explica Woolf, el cerebro conoce a Anna desde dentro de la conciencia de esta: su encanto, su pasión, su desesperación. “¿Cómo vamos a reducir todo ese conocimiento a palabras de una sílaba? Cómo reducir el amor a un beso. Cómo creer que una taza rota son los celos y la muerte una carroza fúnebre”.